
15 de Febrero de 2011 | Pedro Ortega Ramírez | el19digital.com
La Federación Española de Fibrosis Quística ha donado al hospital Manuel de Jesús Rivera “La Mascota” los equipos tecnológicos que permitan detectar esta enfermedad y con ello garantizar un mejor nivel de vida a los menores que sufren este problema congénito hereditario, que padecen uno de cada nueve mil nacidos.
El doctor Gerardo Mejía, director del citado centro hospitalario, anunció la entrega de los equipos valorados en más de siete mil dólares, así como la presencia de la doctora Ansara Castillo, especialista española que se encargará de entrenar a los técnicos laboratoristas que realizarán las pruebas a los infantes.
La fibrosis quística es una enfermedad crónica y hereditaria que representa un grave problema de salud. Es una enfermedad degenerativa que afecta principalmente a los pulmones y al sistema digestivo. En Nicaragua no existe un registro exacto de cuántos menores pueden estar padeciendo este mal.
Castillo explicó que para mantener controlada la enfermedad, las personas necesitan un cuidado permanente con continuos tratamientos para las complicaciones pulmonares y digestivas.
“La fibrosis quística es una alteración genética que afecta a las zonas del cuerpo que producen secreciones, dando lugar a un espesamiento y disminución del contenido de agua, sodio y potasio, originándose la obstrucción de los canales que transportan esas secreciones permitiendo que se produzcan infecciones e inflamaciones que destruyen zonas del pulmón, hígado, páncreas”, explicó la especialista española.
Tomás Castillo, presidente de la Federación Española de Fibrosis Quística, reveló que hace año y medio visitó el país y al comprobar que no existían los equipos necesarios para detectar la enfermedad, se comprometió a donarlos, tal y como ocurrió hace una semana.
Una vez instalados los equipos se han realizado pruebas a 12 infantes que se encuentran internados por diversas afectaciones pulmonares, de los cuales una menor de dos años resultó ser positiva.
Castillo y Mejía coincidieron que es necesario realizar la detención temprana de la enfermedad en un niño o niña, porque de esa manera se puede atender el caso de manera más adecuada, lo que garantiza un mejor nivel de vida para el menor.
Mejía explicó que la incidencia de la fibrosis quística en nuestro país puede ser de un caso de cada nueve mil nacidos vivos, mientras que uno de cada 90 habitantes son portadores sanos de la enfermedad.
La enfermedad se trata de un gen recesivo, es decir, si se hereda el gen defectuoso de ambos padres se padecerá la enfermedad, si se hereda un gen normal y un gen defectuoso es portador de la enfermedad sin padecerla, pero con la posibilidad de trasmitirla a la descendencia. Los síntomas característicos de la fibrosis quística es sabor salado de la piel, frecuentes problemas respiratorios, falta de peso y problemas digestivos. La prueba se basa en un examen llamado electrólitos en sudor.
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